Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO JALISCO. Edición del 5 de enero de 2012
El tranvía no es la solución de los problemas de movilidad de la zona metropolitana de Guadalajara. Tiene las mismas desventajas que el sistema de autobuses articulados (Macrobús) que detuvieron con criterio electorero los hoy alcaldes de la ZMG, además de que cuesta de cuatro a cinco veces más por kilómetro, advirtió el consultor en materia de movilidad Mario Córdova España.
Entrevistado en MILENIO RADIO, el especialista de la consultoría AU, descartó que la del tranvía se trate de una propuesta que tome en cuenta con seriedad el problema global de la ciudad: “Definitivamente no; en primer lugar habría que contextualizar varios aspectos, el presidente municipal de Zapopan contrató unos estudios millonarios, para hacer un plan integral de movilidad urbana sustentable y, después de ahí, definir temas del transporte más conveniente que requiere la metrópolis. Y este plan de movilidad no se ha presentado, y a partir de ahí es donde se deben de ampliar las redes, los sistemas que se requieren, porque seguimos con la tónica de estar pensando en pedacitos de líneas, en los errores que ya se han ido cometiendo, en vez de contextualizar todo un sistema con todas las modalidades de transporte, y así vamos a seguir cometiendo los mismos errores”.
—Entonces ésta es una buena ocurrencia, no porque no hayan hecho su trabajo los consultores, pero si no parten de un plan general es como un zurcido al calcetín…
—Exactamente, y yo no dudo de la capacidad técnica de los consultores contratados; si a usted le gusta el tranvía y llama a profesionales, le hacen su estudio del tranvía […] si se ven las demandas [de usuarios] que ellos están planteando, son demandas que pueden ser atendidas por medios de transporte de menor capacidad, que no requieren gastar más de 20 millones de dólares por kilómetro […] además, el tranvía va en superficie y ocupa el mismo espacio vial que fue tan polémico con el Macrobús, que finalmente las repercusiones al espacio ocupado por los automóviles fue el argumento para echarlo abajo.
Añadió: “Si se considera que en la ciudad actualmente se generan cinco millones de viajes al día, en el transporte público, mientras sumando las líneas 1 y 2 del tren ligero y ahora lo del Macrobús, hablamos de 350 mil viajes, se podrán dar cuenta de la repercusión que tiene actualmente el sistema colectivo en el conjunto de viajes en el sistema público, de tal forma que si no seguimos pensando en términos de sistemas, nos vamos a seguir endeudando sin abordar a fondo el tema urgente de la movilidad”.
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