jueves, 9 de junio de 2011

“Recuperar pérdidas de agua”, esencial antes de edificar la presa El Zapotillo, advierte Arrojo


Pedro Arrojo, premio Goldman español 2003, lamenta que se sacrifiquen minorías a intereses políticos y económicos por hacer una presa. Ni Guadalajara ni León han hecho su tarea en agua en la materia

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO

Si Guadalajara o León fueran Zaragoza, España, no podrían edificar la presa El Zapotillo. Pedro Arrojo Agudo, investigador de la universidad de esa localidad adyacente a Los Pirineos, la cuarta ciudad de ese país por desarrollo económico, advirtió ayer que hace pocos años, cuando se quiso ampliar un embalse en esa cordillera para el abastecimiento de agua de la antigua urbe, los científicos intervinieron y demostraron pérdidas en red de 40 por ciento. “Se les dijo que no habría un euro de crédito para la presa mientras no resolvieran ese problema”.

Así, Zaragoza invirtió en eficiencias y en mejorar la calidad del consumo. Hoy, tiene decenas de miles de habitantes más, y ha bajado su gasto de agua hasta en 30 por ciento.

“Los de Guadalajara o los de León no son ni más listos ni más tontos que los que vivimos en Zaragoza, eso es perfectamente posible”, le dijo a un grupo de oyentes que llenaron el patio principal del Palacio Legislativo en Guadalajara, en un foro convocado para destacar que las represas, como El Zapotillo, que se construye en Los Altos de Jalisco, junto al poblado de Temacapulín —que inundará junto con los de Palmarejo y Acasico, una vez llena— no pueden ser ya la respuesta que demanda el desarrollo económico y la calidad de vida de las grandes ciudades.

Pero en México, la Comisión Nacional del Agua (CNA) ya dijo que se hará la presa, desplazando a mil personas de la zona.

“Pues a veces pesa mucho el orgullo, el principio de la autoridad mal entendido; el ‘esto lo dije y esto va’, porque si no, pierdo autoridad, y esta idea de la clase política no es sólo mexicana, sino de todo el mundo; piensan que autocriticarse es perder también autoridad, que reconocer un error es perder fuerza, en vez de decir que rectificar es de sabios”, explicó ante la reciedumbre oficial a aplicar esquemas distintos para resolver el abasto de agua.

Sin olvidar el interés de negocio, que nuevamente denota limitación de miras. “Es que en eso hay una inercia que viene del pasado, de infraestructuras que no digo que no se vayan a hacer en el futuro, pero serán mucho menos o serán más pequeñas, con más prudencia, con más discusión previa […] hacer una presa no es la tecnología dominante, la tecnología hidráulica de la gran presa fue la gran tecnología del siglo XX, hasta el ultimo tercio; luego Estados Unidos gira, lo va siguiendo Europa, y atrás se va girando el resto del mundo. Yo digo que detrás está el orgullo político, pero también orgullos económicos mal entendidos, hay grandes empresas que se dedican a esto y que han encontrado en el dinero público, como si por ser público fuera de nadie, una fuente de ingresos; y quieren hacer negocios, pero esos mismos negocios los podrían hacer con las nuevas tecnologías, de una manera más razonable”, como sucede en su país, donde “se están reduciendo los departamentos de hormigón” y se expanden los de depuración de ósmosis inversa o de desalinización.

Guadalajara y León deberían aprender ese camino, añadió. Primero, invertir en reducir las pérdidas de un agua que ya es valiosa porque fue potabilizada. Establecer esquemas de tarifas justas que protejan a los que menos tienen pero apliquen precio justo a los que hacen riqueza con ese recurso. Consumir de forma racional, eliminar tandeos y garantizar que la calidad potable haga que la gente “abra el grifo” y se la tome. Con ese esquema, el riesgo de aplastar derechos de minorías para extraer su agua, añadió el premio Goldman 2003, se reducirá.

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Revisan obra

El mismo día en que en el Congreso del Estado se celebró el foro de análisis sobre el abastecimiento del agua en Jalisco, la Comisión Estatal del Agua organizó una visita a las obras de la presa El Zapotillo, donde se recordó que el objetivo de la obras es garantizar el suministro durante 30 años a la región de Los Altos, a la ciudad de León, Guanajuato y abastecer de tres metros cúbicos por segundo a Guadalajara aprovechando el río Verde.

Raúl Antonio Iglesias Benítez, director del organismo Cuenca Lerma Santiago Pacífico de la CNA, mencionó que la obra lleva un avance de 28 por ciento global y una inversión hasta el momento de 700 millones de pesos, según un comunicado emitido ayer.

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Nuevo dictamen del INAH para Temaca

Después de sus observaciones al dictamen técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sobre Temacapulín, la Comisión Nacional del Agua (CNA) ya obtuvo un dictamen definitivo que no le obliga a respetar 70 por ciento del poblado, informó ayer el organismo federal: “Las acciones que se realicen estarán bajo la asesoría y supervisión del INAH, las cuales consisten en clasificar, desmontar, trasladar y recolocar con sus respectivas cédulas de información histórica los monumentos históricos y todo aquel vestigio que cumpla con las condiciones oficiales establecidas”.

Para ello elaborarán levantamiento planimétrico, altimétrico y fotográfico de todas las manzanas y todos los inmuebles, así como maquetas en diferentes escalas y la ejecución de un proyecto arquitectónico a aplicar en Talicoyunque, donde se edifica el nuevo Temaca, en la parte alta del actual pueblo y en el que, a decir de Héctor Castañeda, director de Cuencas y Sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua Jalisco, “ya se tienen la primera etapa de la obra, que consta de la construcción de la primera manzana, en la cual hay quince casas listas para habitarse y 50 por ciento de avance en la urbanización”.

Seder defiende “reestructuración” del sector forestal

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Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO

Ni ha desaparecido, ni se pretende hacerlo; el sector forestal estatal está en fase de reestructuración y pese a las dificultades económicas, reporta un presupuesto de más de 65 millones de pesos en 2011 y el sostenimiento de áreas sustantivas como el combate de incendios forestales, la educación ambiental, el manejo de suelos y de agua, entre otras prioridades, dijo ayer la Secretaría de Desarrollo Rural, dependencia responsable de las políticas del sector en el estado.

En respuesta a los señalamientos aparecidos en la edición de ayer de este diario, en torno a cómo la falta de una política forestal ha incidido en el incremento de la deforestación en Jalisco, entidad que aporta 20 por ciento del total nacional en la materia, la Seder asegura que se tenderá a fortalecer las tareas en busca de mejorar los indicadores del sector.

A favor de sus tareas, señala que los financiamientos a las tres áreas protegidas federales que administra se han sostenido, pero que se trata de entidades que pueden obtener recursos por otras vías. Añade que el Fideicomiso para la Administración del Programa de Desarrollo Forestal (Fiprodefo) “ha entrado en una fase de reestructuración organizativa con el fin de no duplicar acciones de la Dirección General de Forestal y Sustentabilidad de la Seder y optimizar el recurso disponible [...] más que desaparecer cualquiera de las dos áreas, la intención es que sean complementarias. Como parte de esta reestructura se ha renovado parte de la plantilla, pero manteniendo la base del personal técnico que ha sido capacitado y reconocido a nivel internacional”. En esa tesitura, la dependencia niega haber abandonado las áreas de manejo de suelos, agua, rescate de especies en peligro de extinción y educación ambiental.

En el tema de incendios, la Seder mantiene una amplia estructura con catorce brigadas propias equipadas financiadas para esta temporada en la infraestructura de la propia Seder para detección de incendios. “En este año se contrataron 150 brigadistas para el combate de incendios, así como 25 operadores de torres de detección [...] se capacitó a 848 personas en trece cursos”, y “participaron las 52 brigadas municipales las cuales firmaron un convenio de colaboración en materia de incendios forestales en el que Seder aporta recurso en préstamo de herramienta y equipo de radio comunicación, capacitación, seguimiento al programa mediante los coordinadores regionales”, entre otros.

miércoles, 8 de junio de 2011

Selvas costeras de Jalisco, las más arrasadas




Pese a su gran importancia, los ecosistemas tropicales secos son poco valorados; un tercio de éstos se han perdido en pocas décadas en el litoral jalisciense, revela estudio de la UdeG

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO

Un tercio de las selvas bajas y medianas que poblaban la costa de Jalisco en cuatro municipios del litoral —hace 40 años—, han desaparecido.

Las que quedan están fuertemente fragmentadas y padecen el acoso permanente de las actividades humanas, de manera que no son el espacio óptimo para la supervivencia de muchas de sus valiosas especies, concluye un análisis que el Departamento de Estudios para el Desarrollo Sustentable de Zonas Costeras de la Universidad de Guadalajara hizo a solicitud de este diario.

El motor de cambio han sido las actividades agrícola y ganadera, que mantienen una impresionante dinámica que no ha podido ser controlada por ningún ámbito de gobierno. 210 mil de 634 mil hectáreas que han sido estudiadas por el departamento del Centro Universitario de la Costa Sur (ver gráfico anexo), dejaron así de ser selva.

“Las actividades ganaderas y agrícolas son los dos principales generadores de cambio de uso del suelo, ya que sumados representan casi 33 por ciento de la deforestación en el área de estudio, y contrario a lo que se pudiera pensar, dado el efecto mediático que se les brinda, los desarrollos turísticos de la costa son culpables del 0.04 por ciento de la deforestación total”, apunta el jefe del departamento, Francisco de Asís Silva Bátiz.

Entre los efectos, además de la desaparición de ecosistemas completos, preocupa la fragmentación. “Esta fragmentación afecta de manera negativa a la biodiversidad, al funcionamiento de los ecosistemas, a procesos biológicos y ecológicos esenciales para la sobrevivencia de numerosas especies vegetales y animales”, pues propicia aislamiento e incomunicación genética que es vital para muchas especies, sobre todo los mamíferos como el jaguar.

“No sólo la extensión total de las coberturas de selvas y bosques es de importancia, sino que también la calidad de esas coberturas igual de importante, es decir, el grado de fragmentación de las mismas; lo anterior no puede ser estudiado o evaluado a través de los datos de la Conafor, es necesario realizar estudios con mayor precisión para conocer los efectos de la disminución de la cobertura y de la fragmentación de la misma sobre la biodiversidad y los ecosistemas”, añade el científico.

El trabajo fue elaborado durante el último año en el marco de los ordenamientos ecológicos territoriales de los municipios de Cihuatlán, La Huerta, Tomatlán y Cabo Corrientes, que fueron encargados por los ayuntamientos respectivos y las instancias federales y estatales de medio ambiente a la UdeG.

“Dos municipios presentan la mayor pérdida de cobertura vegetal natural y mayor fragmentación de la misma, La Huerta y Tomatlán. En el mapa se pueden observar los grandes valles agrícolas de Tomatlán, Cihuatlán y La Huerta, los cuales fueron alguna vez cubiertos por selvas bajas y medianas. En La Huerta se puede observar cómo la reserva de biosfera de Chamela-Cuixmala está quedando aislada por procesos de deforestación para creación de pastizales. Esta tendencia continuará si no se aplican programas dirigidos a la protección de selvas y a la reconversión de pastizales”, pone en relieve.

Otro apunte importante: “los bosques templados de Tomatlán están disminuyendo y fragmentándose debido a las actividades de aprovechamiento forestal y a la deforestación para su aprovechamiento ganadero. En el mapa se pueden apreciar algunas áreas importantes de selva mediana subcaducifolia en el centro de Tomatlán —resa Cajón de Peñas— y en el norte de Cabo Corrientes; y algunos pequeños reductos en el sur del municipio de La Huerta. Se puede observar también un proceso de deforestación actual en la zona centro-norte de Cabo Corrientes”.

Silva Bátiz dice que en la zona, los resultados de las mediciones demuestran que las cifras de la Conafor tienen un ligero subregistro que no descalifica el ejercicio. “La escala utilizada por ellos, 1-250 mil hectáreas, permite reconocer la cobertura vegetal o uso del suelo en áreas mayores a 6.25 hectáreas. Esto quiere decir que en áreas menores a ese tamaño no es posible interpretar el uso del suelo o vegetación presente [...] sin embargo, pudieran existir compensaciones simultáneas —es decir, áreas más pequeñas de 6.25 hectáreas pueden quedar dentro o fuera de una u otra cobertura vegetal o uso del suelo, y de esta manera los totales por cobertura vegetal o uso del suelo pueden ser cercanos a la realidad—”.

Razones y sinrazones
Enrique Jardel Peláez, experto forestal de Manantlán, señala las causas del avanzado deterioro de las selvas secas de la costa.

“La mayor deforestación se observa en las selvas secas, que son tradicionalmente vistas como áreas improductivas y marginales, y por lo tanto, se piensa que pueden ser destruidas y reemplazadas por otros usos del suelo, que sin embargo resultan poco productivos e insustentables”. La selva seca tiene vegetación no mayor a diez metros de altura, pocas especies “comerciales” y su marca es la desolación: durante ocho meses la mayor parte de sus especies pierden las hojas.

Por eso se les llama “monte” o “breña”. Tienen poco valor estimativo pese a ser reservas de la mayor cantidad de endemismos (especies exclusivas) en México.

“En términos generales puede decirse que la deforestación se da en áreas de expansión de la frontera agropecuaria donde aún quedan extensiones boscosas importantes y donde no existe una actividad económica forestal estable y organizada, y por lo tanto la conservación de los bosques no es valorada”, agrega el investigador del CUCsur.

Jalisco taló su área forestal oficial


El gobierno estatal no entrega recursos desde hace dos años al programa ProÁrbol. La Dirección General de este rubro en la Seder se ha quedado con mínimos recursos y no hay una política estatal contra la deforestación

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO

Jalisco, que aporta 20 por ciento de las cuentas negras de la deforestación en México, tiene además un gobierno con escaso interés en el tema forestal: durante los dos últimos años, la administración estatal no ha entregado un solo peso para financiar los diferentes proyectos del ProÁrbol, desmontó su Dirección General Forestal (DGF), mantiene recursos mínimos para las áreas naturales protegidas que coadministra, y cero pesos para las nuevas reservas protegidas estatales.

De este modo, las funciones que se realizaban desde la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) están en niveles de supervivencia, lo que obliga a depender de recursos federales o municipales para cumplirse medianamente.

El desinterés se refleja de forma clara en lo que sucedió con la DGF de la Seder; su antiguo director, Jorge Valencia Rodríguez, no sólo aceptó un cargo en otra área del Ejecutivo, sino que “se llevó” la plaza y ahora no hay posibilidad de nombrar un nuevo director.

Quien cumple las funciones es Mario Aguilar Hernández, que fue designado director del Fideicomiso para la Administración del Programa de Desarrollo Forestal (Fiprodefo), que también está enfrentando una fase crítica que lo ha dejado al borde de la desaparición.

Así, con la precariedad de su designación, Aguilar Hernández es el que representa los intereses del estado en diversas instancias como es el propio comité de ProÁrbol, o el Consejo Estatal Forestal y de Suelos (Coefys), y los diversos fideicomisos y patronatos creados para la administración de las áreas naturales protegidas.

Por si fuera poco, la DGF ha eliminado diversas áreas de trabajo que se consideraron medulares para cumplir los objetivos de la planeación forestal, que arrancó desde 1995, en la Administración estatal de Alberto Cárdenas Jiménez, con la posterior participación de Fundación Chile en la pretendida modernización de la industria y los aprovechamientos forestales.

Los detalles de la decadencia de la DGF: la Dirección de Suelos desapareció, pese a que más de 80 por ciento del territorio de la entidad padece erosión; su director, Ricardo Pelayo, ha quedado “en el limbo” con algunos proyectos menores. El proyecto de manejo de agua, también ha sido eliminado; actividades como el impulso de los humedales, el aprovechamiento racional del agua y el rescate de especies en peligro de extinción, desaparecieron o se redujeron a su mínima expresión. El área de educación ambiental ha quedado reducida a un módulo en el bosque Los Colomos, de Guadalajara, mientras el centro de educación de Agua Brava, en La Primavera, es disputado con la administración del bosque La Primavera.

La Seder mantiene tres brigadas de incendios y hace convenios con los municipios para equipar y capacitar brigadas a cambio de que éstos paguen sueldos y combustible.

En el tema de la participación presupuestal con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), con el argumento de la crisis económica, se dejó de dar dinero en todos los programas de ProÁrbol. El último año de aportaciones fue 2009. De por sí, la relación de presupuestos era cinco pesos federales por uno estatal, y se limitaba a algunos programas como plantaciones forestales, reforestación y servicios ambientales. La entidad así ha quedado en el último lugar en términos de participación económica en el ProÁrbol.

En contraste, el estado de México, entidad con la que últimamente se suele comparar el gobernador Emilio González Márquez, es en la materia el que más aportaciones hace a su sector forestal, y por citar un caso de éxito, su financiamiento al fideicomiso de la Monarca, que duplica el valor de los estímulos en servicios ambientales que otorga el gobierno federal, hace hoy posible el rescate de esa valiosa región protegida del país. Mientras, en Jalisco aumentan la deforestación y la fragmentación de los bosques.

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Claves

3 metas incumplidas

En el Congreso de Jalisco se ha querido atender el problema del desmonte del sector forestal oficial, y en estos dos años se ha manejado, a solicitud de diversos colegios y gremios relacionados con el tema, la posibilidad de establecer una comisión estatal forestal. Pero no ha avanzado.

Entre las metas incumplidas del gobierno de Emilio González Márquez, está el establecimiento de 20 mil hectáreas de plantaciones forestales comerciales, con la inducción de invernaderos de especies maderables según la vocación de las regiones de la entidad.

También se crearon dos áreas protegidas estatales, pero no se les ha entregado un solo peso para su operación. En el caso de La Primavera, Quila y Nevado, reciben presupuestos para un nivel mínimo de operación.

Degradado, 4 veces más bosque que el talado


No obstante, especialista estima que es bosque sano sólo 40 por ciento de toda la masa forestal de Jalisco. Los procesos de decadencia de las florestas del estado están desatados sin que se registren estadísticamente ni incidan en políticas públicas para remediarlo, advierte

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición 7 de junio de 2011

En cifras gruesas, lo que se ha deforestado en Jalisco entre 1993 y 2007 es equivalente a 90 por ciento de la superficie del estado de Tlaxcala, pero esas 366 mil hectáreas (ha) se quedan cortas ante 1.3 millones de ha de “vegetación perturbada”, que son bosques y selvas en proceso de degradación que las fotos satelitales de baja resolución no pueden registrar.

Para el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Curiel Ballesteros es claro que la “deforestación” es insuficiente para explicar los problemas de los bosques jaliscienses, que son más graves y profundos. Por un lado, las imágenes 1/250 mil ha que ofrece el Inegi no dan detalles sobre polígonos de menores dimensiones, que pueden alcanzar miles de ha, y donde se dan procesos de destrucción gradual e incluso de regeneración que no son considerados.

El también encargado de educación ambiental del capítulo Mesoamérica de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), considera que sólo 40 por ciento de la superficie de 4.8 millones de ha clasificada como forestal en Jalisco, corresponde a bosques sanos.

En el resto, “debemos considerar que les pegan especies invasoras, les pega la fragmentación, la deforestación hormiga, la extracción de especies y de suelos […] cuando se habla de bosques sanos se debe analizar el tamaño del polígono de los bosques; para señalar bosques que regularmente no son fragmentados tenemos que hablar de masas que tengan al menos diez mil hectáreas, porque apenas una unidad de ese tamaño te permite mantener a la cadena trófica [alimenticia], desde los grandes carnívoros hasta toda una población; y si se habla de bosques de cinco o cuatro mil ha, son bosques importantes que van a tener algunos de los servicios ecosistémicos, pero no suficientes para mantener toda la gama de hábitat de especies silvestres”.

A su juicio, lo que ha pasado en Jalisco es un proceso de fragmentación y degradación con cambios de uso de suelo, con infraestructuras como carreteras y presas; “cuando se hace esto, y metes cercas y cortas la conectividad, o se provoca un incendio, se empieza a afectar la salud de los bosques […] la vegetación original apenas prevalece en 40 por ciento de la superficie reportada como forestal, y es muy importante saber lo que pasa en el resto, de qué manera están perturbados, degradados y fragmentados esos bosques”.

Curiel Ballesteros hace una clasificación del deterioro forestal: “habrían tres tipos o niveles de deforestación; el nivel hormiga, que es cuando derribas diez o doce árboles por hectárea, conservando una masa forestal; otra es términos de polígonos, que son de una a diez hectáreas y que no se registran en esas evaluaciones, y no podemos decir que no sea deforestación porque en predios de esas dimensiones también se hacen reforestaciones; y la gran deforestación o cambio de uso de suelo […] el problema de las cifras oficiales a nivel de deforestación es lo relativo al tamaño de los polígonos que van quedando de bosques”.

De hecho, en la Descripción del sector forestal que hicieron investigadores de la UdeG para el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, se definen las áreas forestales perturbadas como “áreas que han sido deforestadas con fines diversos tales como agricultura, ganadería, infraestructura y centros de población”. Y hace una distinción: “Mientras que en los bosques y selvas fragmentados persisten entremezclados manchones de vegetación arbórea que no es posible separar en las imágenes de satélite, en las áreas perturbadas sólo se encuentra relictos de vegetación natural” (ver http://siga.jalisco.gob.mx/moet/SubsistemaProductivo/Forestal/secfojal.h...).

Abunda Curiel Ballesteros: “Creo que desde 2005 la metodología que se ha estado siguiendo para analizar los bosques va por los servicios que proveen para las condiciones de bienestar humano o para la economía; puedes tener una masa aparentemente de uso forestal, pero lo cierto puede ser que la mayor parte sea vegetación invasora, y esto significa que ya el servicio del ecosistema está muy afectado aunque tengas la cobertura forestal: fragmentación o degradación, presencia de plagas, pérdida de suelo; esto afecta notablemente el servicio ecosistémico y no se evalúa en términos de la deforestación”.

Carlos Zermeño Benítez, director de Inventario Forestal y Geomática de la Comisión Nacional Forestal, reconoce la polémica, pero advierte que una cosa es que los datos estén desagregados y otra muy distinta que no se tengan y no se reconozca el problema de la perturbación y la degradación.

“Damos información sobre superficies, también incorporamos valores como el carbono, valores de volúmenes maderables, pero solamente reportamos superficies, lo cual es ya un gran paso, y las obtenemos analizando dinámicas de cambio entre las diferentes series cartográficas que arroja el Inegi”.

Sin embargo, “creo que el mayor problema en México, aun más que la deforestación, es la degradación, y la degradación no es algo que se esté reportando como deforestación, no es tan fehaciente pero ahí está; entonces estos pasos entre bosque primario y bosque secundario, herbáceo, arbustivo o arbóreo, eso es degradación, y eso afecta la biodiversidad y es ahí donde también debemos tener el ojo puesto”, por lo que considera que el debate debería ser rebasado para concentrarse en el tema de los bosques y selvas que se empobrecen lenta y gradualmente.

Temaca va contra tres funcionarios

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Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 7 de junio de 2011

Los hijos ausentes de Temacapulín le piden al gobierno de México “suspender el hostigamiento” sobre los líderes del movimiento opositor a la represa El Zapotillo, y destituir de sus cargos al director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias; al director del organismo de cuenca Lerma Santiago Pacífico de la Comisión Nacional del Agua, Raúl Antonio Iglesias Benítez, y al director de cuencas y sustentabilidad de la CEA, Héctor Castañeda Náñez, a quienes acusan de dicho hostigamiento.

Los miembros del Club Temaca en Los Ángeles, en San Francisco y en la costa central de California, apoyados por los clubes en Guadalajara y Monterrey, emitieron una carta abierta al gobierno federal. Allí señalan que “la reubicación que nos ofrecen la tomamos como una ofensa a nuestra dignidad como seres humanos; ya lo dijo el señor Merced Aramburo en la última mesa resolutiva, ‘sólo a los animales se les cambia de potrero sin consultarlos’, para nosotros las casas que nos ofrecen no tienen ningún valor por lo tanto exigimos la cancelación inmediata de la presa El Zapotillo”.

De la misma manera “consideramos que es nefasto que con los impuestos del pueblo se les esté pagando a esas personas [los funcionarios públicos señalados] que cada vez que tienen una oportunidad aprovechan para insultarnos, amenazarnos y reírse de nosotros con prepotencia y mala voluntad, y ejercer presión para lograr que las personas vendan sus casas y su dignidad”.

Lamentan que se haya ignorado la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco y la del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sobre su pueblo patrimonial y habitantes.

Además, “exigimos que pare el hostigamiento contra el sacerdote [...] Gabriel Espinoza. Ya que el señor Coll Carabias, Castañeda e Iglesias Benítez, cada vez que tienen que hablar con la prensa lo están amenazando y acusando de alborotador de la gente de Temaca, cosa por demás falsa, pues el señor Espinoza es vocero del comité Salvemos Temaca Acasico y Parmarejo”.

lunes, 6 de junio de 2011

Jalisco, responsable de quinta parte de la deforestación del país



La pérdida de bosques  en el estado pasó de 23,100 hectáreas por año a 31,600 en el estado; en 2002, la entidad sólo aportaba 7% del total; hoy, la destrucción de los bosques y selvas en el estado significa 20% del saldo nacional, rubro en el que apenas es superado por Chiapas y seguido por Yucatán

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO

A contrapelo de una clara tendencia a la baja en la deforestación nacional y mundial, Jalisco incrementó a partir de 2002 en 37 por ciento su tasa anual de pérdida de bosques y selvas, para situarse actualmente en el segundo lugar nacional, con 31,645 hectáreas por año de “pérdida neta”, sólo por detrás del estado de Chiapas, que registra 32,332 hectáreas en las mismas condiciones.

Este es el dato más reciente que arroja el trabajo que la gerencia de Inventario Forestal y Geomática de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) entregó a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para su reporte mundial de 2010. México en conjunto registra 155 mil hectáreas de pérdida anual, lo que significa un fuerte y sostenido descenso en la inercia destructora, cuyo crecimiento ya se ubica por debajo de 0.3 por ciento anual.

Jalisco, con intensas políticas de colonización ganadera, de creación de infraestructura que ignora la legislación ambiental —caminos, presas y carreteras— y de desarrollos turísticos, mineros o agrícolas, sobre todo en la rica región costera, se movió en sentido contrario a esa tendencia: si bien, registró entre 1993 y hasta 2002 un promedio de 23,141 hectáreas anuales de deforestación, para los años siguientes se demuestra una reactivación de la destrucción que hace hoy a la entidad responsable de casi la quinta parte de la devastación nacional. En 2002 su aporte era sólo 7 por ciento de las 314 mil hectáreas que entonces se deforestaban en toda la república.

Si se considera que esta entidad federativa tiene alrededor de tres millones de hectáreas de bosques y selvas, la destrucción anual es de 1.1 por ciento; si se suman 1.3 millones de hectáreas más de comunidades forestales perturbadas, la tasa desciende a 0.7 por ciento anual, pero aún así, es más del doble de la que registra el país. En resumen: en 1993 se estimó que se deforestaban 70 mil hectáreas por año; en 2002 se confirmó un descenso cercano a 70 por ciento en la superficie promedio afectada; y en 2007 se registra una nueva alza de 37 por ciento.

¿Cuáles son los ecosistemas que más se destruyen en Jalisco? Carlos Édgar Zermeño Benítez, responsable de la gerencia, indicó a este diario que entre 2002 y 2007 —que es la información más reciente ofrecida por el Inegi— se destruyeron por año 7,213 hectáreas de latifoliadas (bosques de encino), 4,134 hectáreas de selvas medianas y 20,215 hectáreas de selvas bajas caducifolias. Esta última comunidad biológica acumuló en el periodo más de 100 mil hectáreas de pérdida (ver gráfico).

El funcionario de la Conafor hace dos precisiones sobre estas cifras: en primer término, derivan de cartografía del Inegi levantada a una escala de 1/250 mil hectáreas, lo que impide que se puedan apreciar devastaciones a escala menor, y significa que las pérdidas netas podrían ser mayores. De hecho, la Conafor advierte que los resultados estatales son más imprecisos en la medida en que el estado en cuestión es más pequeño. Jalisco, por sus dimensiones, no presenta un problema tan acusado en ese sentido.

El otro aspecto a considerar es que, si bien, se trata de la información más actual y que sirvió de base para la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010 de la FAO, su corte es al año 2007; en 2013 se contará con nueva cartografía para determinar del sostenimiento o el cambio de estas tendencias.

Enrique Jardel Peláez, experto forestal de la Universidad de Guadalajara, comenta el asunto: “Las cifras de la Conafor indican que en ese periodo se ha perdido una superficie de bosques y selvas equivalente a la del bosque La Primavera cada año […] la deforestación en Jalisco se ha concentrado principalmente hacia las zonas montañosas y costeras del oeste y sur del estado. Éstas son todavía vistas como regiones de frontera para la expansión agropecuaria, donde todavía queda terreno por desmontar y ‘desarrollar’. La política de desarrollo socioeconómico ha seguido siendo la misma durante el último medio siglo: expansión de la frontera agropecuaria, ganaderización, ‘desarrollos’ turísticos, minería, carreteras —que facilitan la penetración a las áreas forestales— y urbanización. Al mismo tiempo, la producción forestal —que podría ser una opción de conservación forestal bajo manejo productivo— se mantiene relegada y la efectividad de la conservación en áreas protegidas es limitada”.

En particular, destaca la destrucción desatada sobre la selva seca, uno de los ecosistemas más importantes de Jalisco, notables a escala mundial por la nutrida presencia de especies endémicas (exclusivas). “Son vistas como áreas improductivas y marginales, y que por lo tanto pueden ser destruidas y reemplazadas por otros usos del suelo, que sin embargo resultan poco productivos e insustentables”.

En conclusión, “no existe una política coherente de conservación y aprovechamiento sustentable de los bosques y selvas de Jalisco”.

Por su parte, Arturo Curiel Ballesteros, investigador de la UdeG y quien participó en los años 90 del siglo XX en una primera estimación de deforestación en el estado, advierte: “Los procesos y las fuerzas que están presionando a los bosques no han disminuido […] creo que en términos de política ambiental, lo que se busca es detener el proceso de degradación, y luego de alguna manera revertirlo; en la parte de las tendencias que se tienen en Jalisco no se observa que se esté deteniendo el proceso, al revés, se han ido incrementando: ha aumentado el cambio de uso de suelo, se han quitado bosques por huertas, se han eliminado superficies de áreas protegidas, se mantienen los incendios forestales; estamos lejos de generar las condiciones para que se dé una contención”.

Así, ante un discurso oficial que habla de una apuesta por la sustentabilidad y que hoy remarcará el presidente Felipe Calderón, que vendrá a Jalisco a celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, las cifras frías revelan que la naturaleza sigue en acelerada destrucción.

domingo, 5 de junio de 2011

En Guadalajara, es más barato tener un automóvil que usar el transporte público


El modelo de desarrollo de la ciudad propicia la contaminación: investigador del ITESO. En el Día Mundial del Medio Ambiente, señala que los vehículos son la fuente de cuatro quintas partes de la polución atmosférica de esta zona conurbada. Con esta información despedimos más de trece años de Público y comenzamos con nuevo nombre, Milenio Jalisco, pero sin perder la continuidad de la larga historia que nació en septiembre de 1997

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

No se puede pedir al ciudadano de Guadalajara que deje su auto, nomás por mandato público, y se suba a un camión o minibús y resolver así el grave problema de la movilidad urbana, fuente de cuatro quintas partes de la contaminación atmosférica.

Como está el sistema actual, el estímulo para el transporte particular es el que permite el crecimiento anual de 5 a 7 por ciento del parque vehicular en la ciudad, según estimaciones oficiales. El investigador del ITESO, y de la Universidad de Twente, en Holanda, Arturo Balderas Torres, señala que es necesario revertir las ventajas de usar automóvil, crear un verdadero sistema de transporte público y abrir los espacios a la movilidad “no motorizada”, para caminar hacia la solución del grave problema ambiental y social.

“Utilizar el camión es comparativamente muy caro bajo las condiciones actuales tanto para viajes cortos como para viajes largos. La situación actual genera incentivos económicos para comprar autos, gasolina y contaminar […] un análisis de costos muy básico que los economistas llamarían de costos marginales, comparando el costo del pasaje en camiones con el gasto de gasolina de un auto, nos revela lo siguiente: un boleto de camión en la zona metropolitana cuesta seis pesos, es decir, doce pesos por persona por viaje redondo. Por otro lado algunos vehículos tienen rendimientos mayores a quince kilómetros por litro. Un valor conservador de diez kilómetros por litro y un precio de gasolina de menos de diez pesos por litro, arroja el costo de gasolina al usar un auto de un peso por kilómetro”.

De ese modo, “solamente si nuestro viaje es mayor a seis kilómetros pagaremos menos por el pasaje del camión que por la gasolina del auto; sin embargo, si usamos el transporte colectivo en viajes largos es probable que debamos usar varias rutas por lo que el costo del pasaje aumentaría proporcionalmente. En un hogar el costo se multiplicaría además por el número de personas que deben viajar, mientras que en el uso del auto el costo total para el mismo trayecto no cambiaría”.

Así, se consideran las distancias a recorrer en esta ciudad “que repite el crecimiento anárquico del DF, sin una planeación territorial ni transporte colectivo consolidado, el auto termina siendo una necesidad y no un lujo”.

Entonces, con factores puramente de economía, “los usuarios de los camiones son mayoritariamente aquellos que no puedan conducir o adquirir un auto: menores de edad, personas de la tercera edad, débiles visuales, personas con bajos ingresos o sin acceso al financiamiento; los sectores vulnerables deben pagar un servicio caro e impredecible así como las rentas privadas”.

A juicio del académico de Ingeniería Ambiental, estas consideraciones claras ayudan a entender “por qué el parque vehicular en la ciudad ha crecido descomunalmente, mientras que el transporte colectivo se sigue rezagando cada vez más con los incrementos a las tarifas”.

¿Qué hacer? Dos caminos que no se excluyen: generar un verdadero sistema de transporte colectivo público, y una muy amplia red de ciclopistas, que son de bajo costo.

En el primer caso, Balderas Torres señala que un negocio privado se rige por la ganancia, y no por el servicio a la población. Esto hace que amplias zonas de la ciudad no estén bien comunicadas, por no ser rutas que generen ingresos. Además, la variedad de permisionarios atomizan el servicio y hacen que este sea menos sostenible económicamente, e incapaz de absorber pérdidas.

“El sistema de transporte colectivo es un monopolio natural porque no sólo es costoso para nuevas empresas entrar a este mercado sino que esto les está prohibido a menos que el gobierno lo autorice. […] por economías de escala es más fácil reducir los costos de operación y monitorear la calidad del servicio si es una sola empresa la que opere el sistema de transporte bajo una regulación estricta”.

“Para volver más eficiente el sistema de transporte, éste debería ser operado por una empresa única. Las rutas se deberían modificar para crear un sistema ortogonal con posibilidad de transbordo sin pagar doble pasaje; y se deberán adquirir más unidades para transportar más pasajeros”, añade.

Respecto a las bicicletas, puntualiza: “los combustibles seguirán aumentando por la colosal demanda mundial de energía, la eliminación de subsidios y los esfuerzos para mitigar el cambio climático. Ante esta situación cada vez más personas buscarán otras alternativas de movilidad. Si las ciclovías se construyen y estas son seguras serán ampliamente usadas; si la infraestructura no es construida, el impacto por el alza a los combustibles será mayor entre la población”.

No se puede desalojar Temaca sin orden judicial

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Guadalajara. Ignacio Pérez Vega / Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 3 de junio de 2011

Mientras no exista una orden judicial, nadie puede desalojar de sus viviendas a los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, advirtió el tercer visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Alfonso Hernández Barrón.

El funcionario del organismo defensor de derechos humanos recordó que la CEDHJ acreditó la violación a las garantías de los habitantes, por lo que emitió la recomendación 35/2009 en la que se pide frenar la construcción de la presa El Zapotillo, con lo que se tendría que inundar los tres poblados alteños. Sin embargo, el pronunciamiento no fue aceptado por el gobierno de Jalisco.

Hernández Barrón señaló que mientras los opositores a la presa El Zapotillo cumplieron su compromiso de retirarse de la zona de obras en la cortina de la presa, la Secretaría de Gobernación no ha cumplido aún con su parte y no ha retirado las denuncias penales en contra de los habitantes.

Por su parte, el Comité Salvemos Temacapulín Acasico y Palmarejo, acusó ayer al gobierno federal de diversas faltas, entre ellas, “la suspensión de las denuncias fue uno de los acuerdos iniciales para este proceso de diálogo que inició con la toma del 28 de marzo 2011 de la construcción, ya que nunca fue condicionado al resultado de las mesas y exigimos el respeto a este acuerdo que está sustentado en las actas firmadas por ambas partes. La Secretaría de Gobernación pretende atar de manos a la comunidad y el movimiento jugando con este acuerdo incumplido”.

También indicaron, “la intimidación en la mesa resolutiva con la presencia de trabajadores vestidos del mismo color que no pasaron por el registro previo e ingreso al salón de convenciones como grupo de choque al momento de una reacción nuestra. Donde es importante señalar había niños y ancianos”.

Cuatro, “ingresar habitantes que han decidido vender o negociar la reubicación para provocar una confrontación, además de exponerlos al ser un minoría. Con esto las autoridades demuestran que no tienen 50 por ciento más uno como lo han sostenido, afirmando que no sólo quieren destruir nuestro pueblo si no generar un conflicto interno”.

CNA no se movió: la edificación de El Zapotillo continuará

Termina el diálogo con vecinos de Temacapulín; activistas anuncian que arreciarán la campaña contra el vaso artificial. La presa es de alta prioridad, asegura director de la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Gobernación dice que se deben privilegiar los derechos de la mayoría.

Tepatitlán de Morelos. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 2 de junio de 2011

De forma ríspida y accidentada se realizó ayer la última mesa del diálogo de dos meses entre los vecinos de Temacapulín y los gobiernos federal y estatal, dedicada a las resoluciones en torno a la presa El Zapotillo. La obra seguirá. José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), fue enfático en la urgencia de terminar el megaproyecto para que a finales de 2012 aporte agua a 2.4 millones de habitantes.

Así, aunque no les guste, los quejosos están obligados a ser solidarios con la nación, pero mantendrán a salvo sus derechos y podrán acceder a mejores niveles de vida con las grandes oportunidades que se les abren al tener un embalse a la orilla de sus casas, aseguró ante una multitud de escépticos y algunos vociferantes que discordaban de sus recuentos optimistas, en el salón del casino Olimpo, a la entrada de la ciudad alteña de Tepatitlán, donde se realizó la reunión.

Como las protestas e interrupciones no cesaban, el discurso duro vino del subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez González, quien les quiso dejar tres lecciones a los detractores: que los derechos humanos “son para todos”, no nada más para los mil habitantes afectados por la presa; que el agua es de la nación y no un bien propiedad de Temaca, y que la decisión de levantar el embalse está bien sustentada técnicamente y ha cumplido con todos los requisitos legales. No hay pues, nada que hacer, y “en lo que atañe al gobierno federal, la obra seguirá”, añadió tajante.

El padre Gabriel Espinoza, vocero del movimiento opositor, puso en relieve que el sector oficial está aferrado a las soluciones de siempre, mientras se permite el dispendio de agua en las ciudades y se asegura un recurso barato para la economía urbana.

No se han respetado los derechos de las personas, se les ha tratado de obligar a firmar su acuerdo con la reubicación, jamás tuvieron interés en dialogar —hasta que la toma de las obras de la cortina forzó las mesas de trabajo— y la última prueba de la incongruencia gubernamental es que les escondieron el dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que señala que 70 por ciento del poblado debe ser preservado.

Luege Tamargo intentó ser conciliador; dijo que entendía la molestia, pero que hay una justificación en la planeación nacional, y en modo alguno es un capricho. “Arcediano no se puede hacer, no tiene solución su problema geológico, por eso se determinó elevar en 25 metros la cortina de la presa, lo cual desgraciadamente inunda Temacapulín”.

Añadió que “piedra por piedra” se moverán los edificios históricos que son de gran valor patrimonial, y que se tiene previsto gastar en la reubicación del poblado más de 1,600 millones de pesos, esto es, dos tercios de lo que cuesta la propia presa, cuyo avance es de 27 por ciento.

También cuestionó el argumento de que no se hacen más presas en el mundo. “He recibido muchos correos electrónicos sobre todo de personas de Estados Unidos y Europa, y les puedo decir que en este momento, allí se edifican presas, y tienen al menos 70 por ciento de sus recursos hídricos aprovechados en ese tipo de obras”.

Más tarde, en la rueda de prensa, dijo a los reporteros que los opositores son minoría: la información que tiene es que 100 por ciento de los vecinos de Palmarejo, 70 por ciento de los propietarios de Acasico y 50 por ciento de Temaca, ya firmaron su conformidad, lo que contrasta con los datos de los opositores; a Luege se lo dijo César Coll, director de la Comisión Estatal del Agua. El problema es que ese expediente está “reservado” y la veracidad de sus datos es responsabilidad del funcionario jalisciense. En todo caso, ya se tiene en marcha un expediente de expropiación, que barre con las causas de tirios y troyanos a nombre de la “utilidad pública”.

Abigail Agredano, presidenta del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, y el vocero Gabriel Espinoza Íñiguez, calificaron la “imposición” de la edificación como “desplazamiento forzoso” que será reclamado ante las diversas instancias internacionales.

“Antes de proceder a la realización de un proyecto de desarrollo que implique el desplazamiento y desalojo de personas se deben elaborar estudios amplios e integrales sobre sus efectos sociales y sus consecuencias, lo que no se hizo”, refirió Espinoza Iñiguez.

“¿Por qué las minorías no tenemos derechos?”, secundó Abigail Agredano. Los opositores prometieron aumentar las acciones de resistencia contra la obra. Luege les prometió mantener el diálogo, e ir a Temaca en fecha próxima. Los quejosos no saben para qué.

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Lo que viene

Los opositores a El Zapotillo acudirán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Organización de las Naciones Unidas para impugnar la edificación de la obra, que nunca previó los impactos ambientales y sociales.

La CEA está preparando el expediente de expropiación para garantizar la propiedad federal del embalse, lo que incluye los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo

La Conagua pretende que la obra sea terminada en diciembre de 2012, pero el llenado comenzará alrededor de julio del mismo año. Esto significa que para esa fecha los pueblos deberían estar desalojados.

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Segob se la piensa para retirar denuncias penales

Desde hace semanas, el gobierno federal se comprometió a retirar las denuncias penales contra los opositores a la presa El Zapotillo, como condición previa al diálogo que ayer llegó a su fin. Sin embargo, dichas querellas no han sido retiradas y para el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez González, no es un asunto de prioridad.

“Lo vamos a analizar”, dijo escuetamente al final de la conferencia de prensa, tras haber tenido un desgastado encuentro con los quejosos, a quienes, tras reiterar que la megaobra se construirá, les advirtió que no cayeran en la tentación de alguna acción ilegal. “Comprendemos perfectamente cuál es su posición, y les digo que están a salvo sus derechos para presentar acciones legales; entiendo que ya algunos han optado por ese camino, vía de impugnación como son los juicios de amparo, pero pido que no se caiga en opciones al margen de la ley”, les dijo a los manifestantes, irritado porque interrumpían las alocuciones de la parte gubernamental.

Prevén que temporal comience en Guadalajara el 9 de junio


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 1 de junio de 2011

Alrededor del 9 de junio podría comenzar el temporal; el calor va lentamente en descenso en un tiempo extremadamente seco que corresponde a un año “La Niña +1”, y que en el caso de la época de lluvias, apunta a convertirse en un periodo promedio, señaló el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ángel Meulenert Peña.

Puso en relieve que esto es sólo un pronóstico y que la posibilidad de que se presente más agua dependerá de la forma en que lleguen los huracanes a las costas del estado. El año anterior no hubo un solo meteoro tropical que penetrara en tierras jaliscienses, recordó.

Los sistemas de alerta ya están operando, tanto en la costa del estado como en la propia ciudad de Guadalajara, la cual cuenta con radar detector de tormentas que, a escala del México continental, sólo existe uno similar en las ciudades de Querétaro y México, dijo.

A través de la página de Internet de la institución se podrá saber con tres horas de antelación si viene una tormenta y qué cantidad y calidad para decidir las acciones preventivas inmediatas, indicó Meulenert Peña, quien consideró necesario a futuro contar con un sistema de alerta de rayos, debido a que este fenómeno meteorológico provoca más muertes que los mismo ciclones tropicales.

El estado ya se prepara para el temporal. Por eso, ayer se reunieron las diferentes instituciones responsables de la prevención de daños por lluvias, y ya existe un Centro de Operaciones que encabeza la Unidad Estatal de Protección Civil.

Minera viola norma mexicana de desechos tóxicos


Tonaya. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 31 de mayo de 2011 

Las “presas de jales”, donde se depositan los desechos de las minas, no deben ubicarse en la parte alta de las cuencas porque hay altas posibilidades de contaminarlas, señala el Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Residuos Peligrosos, pero es un planteamiento técnico que aparentemente no se cumplió en el caso de la mina de oro, plata y zinc que explota la Compañía Minera Metalúrgica Tapalpa, cuyos residuos han provocado muerte de ganado en la parte baja del río San Gertrudis.

El artículo 36 del citado reglamento menciona: “La disposición final de los residuos peligrosos generados en la industria minera se efectuará en presas de jales y de conformidad con lo dispuesto en las normas técnicas ecológicas correspondientes. Las presas de jales podrán ubicarse en el lugar en que se originen o generen dichos residuos, excepto arriba de poblaciones o de cuerpos receptores ubicados a una distancia menor de 25 kilómetros que pudieran resultar afectados”.

Los ganaderos afectados, que han conformado un frente ciudadano para obligar a que el aprovechamiento minero respete las leyes, señalan que el problema de fondo es que no se invierte en la mitigación y prevención de los impactos ambientales.

Coinciden con ellos los investigadores de la Universidad de Guadalajara David Barrera Hernández, Rafael Valladolid Cacho y Pedro Zárate del Valle, quienes elaboraron un artículo del tema en el marco del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco:

“El aprovechamiento minero metálico y no metálico en el estado genera importantes impactos al medio ambiente. La minería metálica es una importante contaminadora debido a que el beneficio de los minerales provoca problemas como la producción de sulfatos y residuos ácidos o de metales pesados y la ocupación de superficies con lodos de deposición, materiales prácticamente inertes que requieren, para su restauración, de un proceso gradual y que, por otro lado, puede contaminar con elementos tóxicos las fuentes de agua”.

Esta es la historia que han padecido las rancherías enclavadas aguas abajo de esta factoría , quienes reportan la muerte de reses y el aborto de crías como efecto del consumo de aguas envenenadas por los tóxicos que genera el proceso de beneficio de metales. La contaminación está acreditada por estudios de laboratorio avalados por la Comisión Nacional del Agua (CNA), y aún así, la explotación continúa en la sierra de Tapalpa.

Siete días de incendio en Cerro Viejo


Ayer, a las 17:00 horas, se controló por sexta vez. La Conafor señala “causas intencionales” en los últimos rebrotes del fuego.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 31 de mayo de 2011

Siete días acumuló prendido el Cerro Viejo, si es que esta madrugada no se ha vuelto a reactivar el fuego. La cautela en confirmar su extinción no es gratuita: la de ayer a las cinco de la tarde fue la sexta ocasión en siete días en que se lograba el control del siniestro. Las cinco ocasiones previas, “algo” —se presume alguna persona interesada— impidió liquidarlo.

De este modo, la montaña no volcánica más elevada de Jalisco, con 3,050 metros sobre el nivel del mar, ha padecido el más severo acoso del fuego de los últimos años, con costos importantes para la zona metropolitana de Guadalajara —el humo invadió el oriente de la ciudad el pasado viernes 27 de mayo—, y a contrapelo de un trabajo para proteger sus bosques que hoy tiene en fase de gestión un decreto como área natural protegida.

“Se ha logrado el control en cinco ocasiones, sin embargo se vuelven a reavivar las llamas de manera intencional”, se indicó en el reporte de ayer, lo que sugiere de forma clara un delito ambiental que tendría que estar bajo investigación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la fiscalía en delitos ambientales de la Procuraduría General de la República (PGR).

El tiempo de combate se prolongó ya por 152 horas, casi siete días, y la causa del siniestro quedó identificada por “actividades agrícolas”, sin precisar qué tipo de labores se realizan en la parte alta de esta montaña llena de encinares y matorrales.

La cantidad de combatientes ha variado, pero ayer estaban en el ataque del fuego medio centenar, que forman parte de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) y de Protección Civil de Tlajomulco. Los ecosistemas afectados son bosque de encino y selva baja, y el pasado viernes se había estimado el paso de fuego sobre 1,400 hectáreas, “sin determinar los estratos de vegetación afectados”, ni la gravedad del efecto, dado que hay incendios superficiales que incluso llegan a ser beneficiosos para la vida silvestre, contra incendios subterráneos, o peor aún, de copa, que arrasan con la vida en pie.

“El incendio está en una zona de difícil acceso, con terreno escarpado, a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar. Se he contado con el apoyo del helicóptero Fénix de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos para el traslado de personal”. Se espera que la pesadilla esta mañana haya terminado, para lo cual, se propuso establecer guardias por parte de Protección Civil de Tlajomulco de Zúñiga, uno de los municipios sobre los que se extiende la montaña de la ribera norte de Chapala.

El Bajío se salva “si se cumple” con las leyes ambientales


Concluyeron los participantes que acudieron al foro convocado por el Congreso del Estado en que es fundamental que se aplique la ley y se someta al “negocio privado” de la Villa.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 31 de mayo de 2011

La zona de El Bajío tiene posibilidad de conservar sus funciones ambientales, como uno de los sitios esenciales de recarga de la región, siempre que se logren mantener densidades bajas de construcción y que se respete su funcionamiento hidrológico, concluyeron ayer los ponentes que acudieron al foro convocado por el Congreso del Estado.

De este modo, se propone “que en el proyecto privado Villa Panamericana se cumpla con las leyes, reglamentos y ordenamientos urbanos y ecológicos vigentes, para lo cual, los desarrolladores deberán aportar las hectáreas faltantes al proyecto o demoler las edificaciones excedentes hasta cumplir con la normatividad vigente”.

Además, “excluir del proyecto el predio que se encuentra dentro del área natural protegida; que la construcción respete los cauces y cuerpos de agua propiedad de la nación; que se entreguen al ayuntamiento las áreas de cesión sin conflictos legales y la cantidad de hectáreas conforme al proyecto y ordenamientos vigentes, y que se implemente un sistema de monitoreo hidrológico, particularmente de los escurrimientos y de los mantos acuíferos en la zona El Bajío y en toda el área metropolitana de Guadalajara, para vigilar la calidad del agua”.

La superficie completa de esa planicie baja es de alrededor de 1,200 hectáreas (ha), de las que se han urbanizado poco más de 100 ha, lo que demuestra que se está a tiempo de controlar la zona, dijo el presidente del Parlamento de Colonias, Alejandro Cárdenas Ochoa. Por su parte, el ingeniero experto en aguas subterráneas, Arturo Gleason Espíndola consideró necesario dar a los elementos ambientales el mismo nivel de los económicos o sociales, así como evitar el doble discurso.

“Porque no se vale estar jugando con dos caretas, Zapotillo y sacando a la gente imponiendo su voluntad y por otro lado me hago, me hago mutis o me hago tonto y se hace lo que quiere con el territorio, y luego me desgarro las vestiduras diciendo que ya no hay agua del subterráneo”.

Los ponentes también acordaron “solicitar a las autoridades competentes, se inicien los procedimientos administrativos correspondientes por actos, hechos u omisiones, y en su caso, la imposición de sanciones a todos los servidores públicos que presumiblemente faltaron a alguna disposición legal. Las sanciones administrativas aplicables a los servidores públicos responsables de las autorizaciones indebidas son independientes de las responsabilidades que puedan suscitarse en el orden civil o penal por la comisión de los mismos hechos y no están excluidas de las sanciones por los daños o perjuicios causados a la Hacienda Pública, de acuerdo a las disposiciones de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y la Ley para los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y sus Municipios”.

A discusión pública, río envenenado


Productores de Tonaya convocan a conciliar intereses con la minera. El 16 de junio se discutirá el daño ocasionado por mina de oro a ganaderos. Se invitó a participar a la empresa y a dependencias como la CNA y la Profepa. Fotografía: Claudia María Ramos Santana

Tonaya. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 30 de mayo de 2011

Los ganaderos de Tonaya, apoyados por el presidente municipal de la localidad, Roberto García Santana, pretenden este 16 de junio realizar una gran discusión con las autoridades y la Compañía Minera Metalúrgica Tapalpa para resolver el problema de la contaminación generado por el aprovechamiento de oro, plata y zinc, que ha envenenado el río que atraviesa por las comunidades de Santa Gertrudis, San Isidro, El Alpizáhuatl y la propia cabecera.

Israel Jafet Robles, secretario de la Comisión de Defensa del Agua, dijo que ya se han extendido las invitaciones para el establecimiento de la mesa de diálogo entre la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), La Junta Intermunicipal para la Gestión Integral del Río Ayuquila (Jira), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la propia empresa, entre otros, a efecto de establecer las mesas de trabajo que lleven a conciliar un conflicto que ha traído daños considerables a los ganaderos y agricultores de la zona, además de los riesgos a la salud para toda la población.

Los productores y habitantes le entregaron al Ayuntamiento de Tonaya una carta, el pasado 30 de mayo, donde hacen el recuento de los daños que observan: uno, “la afectación negativa a los ecosistemas, que perturba el desarrollo de las actividades locales, como la reproducción bovina, la agricultura y la vida social; por ende, lo económico”; dos, “el desempleo de los obreros que laboraban en condiciones infrahumanas [sic]”, lo cual fue sólo temporal, pues a los tres días de la clausura, la mina reabrió sus actividades; tres, “un bordo llamado presa de jales, que almacena millones de litros de agua contaminada con los químicos usados, que peligra de desbordarse y reventarse por la cantidad de lluvia que cae en la zona durante su temporal, daño sin igual que dejaría consecuencias indefinidas e incalculables”.

La pretensión de los quejosos es detener de forma definitiva la explotación y que la empresa, con domicilio fiscal enclavado en la Ciudad de México, asuma sus responsabilidades, sobre todo, que neutralice el impacto de la presa de jales ante la posibilidad de daños en las próximas semanas, con la regularización del temporal, y que indemnice a los ganaderos que padecieron el problema de crías abortadas o de reses muertas por envenenamiento.

También demandan “que el manantial que abastecía a la minera, sea concesionado a las comunidades de Santa Gertrudis y El Alpizáhuatl”, pues “requerimos el recursos para nuestra vida diaria”, y la Ley de Aguas Nacionales prevé la prioridad del uso público urbano del recurso.

De paso, se le pide al cabildo que se genere un programa para el abasto de todas las comunidades que carecen del servicio. “Santa Gertrudis recibe el agua del depósito de San Isidro, y por lo tanto, es insuficiente para vivir; y los pobladores de El Alpizáhuatl toman el recurso por cuenta individual, del arroyo más cercano, cuyas condiciones son inadecuadas y existencias insuficientes”.

Hombre y naturaleza, aliados para el calor


Los eventos de contaminación recientes, son maximizados por causas humanas, señalan. Las islas de calor se propician por la pavimentación, la pérdida de árboles y la atmósfera estable. Estudio demuestra que destrucción de áreas verdes agrava problema en la urbe.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 30 de mayo de 2011

Mayo se ha convertido en uno de los meses más difíciles en materia de contaminación del aire en Guadalajara: el calor intenso de la temporada, las emisiones contaminantes y los incendios forestales, que fabrican ozono y partículas suspendidas, se acentúan en las “islas de calor” que se han propiciado al interior de la ciudad debido a la progresiva destrucción de las áreas verdes y a la plancha de cementos y asfalto que crece sin cesar.

De este modo, en el área urbanizada, las temperaturas promedio mínimas aumentan 0.05 grados centígrados por año, y las máximas, 0.02 grados centígrados. La diferencia de temperaturas con la zona rural que le rodea llegan a ser de siete grados por arriba dentro de la mancha urbana, concluye el estudio Variabilidad climática y contaminación física y química en la ZMG, elaborado por la doctora Iryna Tereshchenko y el doctor Anatoliy Filinov, del departamento de Física del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara (UdeG), publicado en 2008 por la casa de estudios.

Si la ciudad está sometida a una exposición solar alta —como suele suceder en las urbes intertropicales—, tiene otras condiciones atmosféricas adversas que ocasionan que sea proclive a acumular contaminantes: dominan los días sin viento o con apenas brisa suave.

Y el componente humano completa el panorama: la distribución inequitativa de los espacios verdes explica que la zona suroriente, a partir de Tlaquepaque, sea el origen de la ola de calor que cotidianamente aqueja a sus habitantes.

El documento abunda: “La ZMG es notablemente más calurosa en su parte central que en sus alrededores, constituyendo así una isla de calor, debido a varios factores. Los más importantes son: la alta absorción de la radiación solar por parte de la densa construcción urbana, la cual es mucho mayor que la tasa de absorción de un paisaje rural. La isla de calor se caracteriza por su intensidad, esto es, por la magnitud de la caída de la temperatura entre la ciudad y las afueras de ella. Generalmente ésta es de algunos grados [2 a 4 más alta], pero en la ZMG se registró una intensidad hasta de 7 grados [de diferencia]”.

El trabajo consistió en la construcción de estadísticas con los datos de clima levantados en los últimos años en las distintas estaciones de monitoreo de la ciudad y las que existen en sus alrededores.

El calentamiento de la superficie citadina “empieza siempre en la zona de Tlaquepaque, en donde se encuentra el sector industrial de la metrópoli y hay carencia de zonas verdes. Esta propagación de la onda de calor empieza a partir de mediodía y sigue hasta las 18:00 horas. La propagación hacia el noroeste se realiza paulatinamente y concuerda con la densidad de la construcción de las diferentes partes de la ciudad y la distribución de los parques y zonas verdes. Casi todos los parques están concentrados en la parte oeste y noroeste, que pertenecen al municipio de Zapopan, y también este municipio es más verde que todos los demás […] este resultado sirve a favor de la hipótesis que la áreas verdes pueden reducir las consecuencias de la formación de calor urbana”.

En contraste, en los tiempos de lluvias, la ciudad llega a convertirse en “isla de frío”, lo que confirma su divorcio con el entorno rural.

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CLAVES

• “La tendencia de la temperatura del aire sobre la ZMG revela que se incrementa anualmente en valor promedio mínima de 0.05 grados centígrados y promedio máxima 0.02 grados centígrados”

• De los factores de mayor relevancia “a considerar en los estudios de contaminación térmica, se encuentra el viento. Los vientos superficiales dominantes en la ZMG provienen del oeste con 15.5 por ciento de la frecuencia total, siguiéndole los vientos del este con 7.5 por ciento. En ambos casos, sus velocidades son de entre 1.4 a 5.6 metros por segundo [m/s] y en forma temporal presentan velocidades de 5.8 a 9.7 m/s. Asimismo se observa que los periodos de calma [ausencia de viento y/o vientos muy débiles menores a 1.1 m/s] alcanzan una frecuencia de 44.3 por ciento, lo cual indica el gran potencial de acumulación de los contaminantes por falta de ventilación en la ZMG”

• Es decir, en la ciudad “es clara la escasa capacidad ventilatoria y el gran potencial de acumulación que tienen los contaminantes […] de manera general 61 por ciento de los valores de la magnitud promedio del viento son menores a 2.5 m/s”. Esto es: apenas brisa ligera

• La ciudad recibe una abundante radiación solar, debido a que se localiza a una latitud de 20° norte, “lo que hace que su atmósfera sea altamente fotorreactiva, lo que favorece la formación de contaminantes secundarios como el ozono y otros oxidantes fotoquímicos. Otro fenómeno recurrente es la inversión térmica, la cual provoca el estancamiento de los contaminantes […] Este fenómeno se presenta 283 días del año, siendo los periodos de enero a junio y noviembre a diciembre cuando se presentan con mayor frecuencia. El espesor de la inversión térmica va de decenas a algunos cientos de metros…”

• “Se ve que en otoño, invierno y primavera, las curvas [de temperatura] presentan un signo positivo, lo cual corresponde a la isla de calor. En los meses de verano, en la época de lluvias, el signo de la diferencia es negativo, lo cual corresponde a la isla de frío”

• La diferencia de temperatura promedio del bosque La Primavera y de la zona metropolitana es de 2.2 grados centígrados: “La relación entre el bosque La Primavera y la ZMG es un fenómeno reciente, debido sobre todo al explosivo crecimiento de esta última en un periodo corto […] La Primavera sirve a favor de un recambio atmosférico de la ciudad con aire limpio del bosque y amortigua el desarrollo de la isla de calor en la ZMG”
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