viernes, 19 de julio de 2013

“Estructura de emergencia” detiene erosión de línea costera


Se trata de la instalación de dos bloques que contienen oleaje y mareas; la playa se puede recuperar con dragado de laguna; a la larga se debe eliminar escollera

Agustín del Castillo / Cihuatlán. MILENIO JALISCO

La propuesta de “estructura de emergencia” que hizo el Instituto de Ingeniería de la UNAM para el gobierno de Cihuatlán y la federación local de pescadores, y que entregó para su análisis el pasado mes de junio, detalla la tecnología para contener la acción destructiva del mar sobre la playa de Barra de Navidad en un corto plazo, pero no de forma definitiva.

El documento se intitula: Propuesta de estructura de emergencia para la protección del sistema playero en Barra de Navidad, y está firmado por José Antonio González Vázquez, Edgar G. Mendoza Baldwin y Rodolfo Silva Casarín. Se presentó en junio de 2013 y MILENIO JALISCO posee una copia.-

En resumen, es una obra en dos segmentos que se implantan a 3.5 metros de profundidad en el lecho marino, y se elevan hasta el nivel del bajamar —a donde llega la marea baja— con la idea de que no se vean. La primera sección mediría cien metros y estaría a 50 metros de la escollera; la segunda, a 300 metros de la escollera y con una longitud de 60 metros. La separación entre ambas es de 60 metros. La zona del litoral se ubica a unos 70 metros en ambos casos (ver imagen anexa).

En lo que respecta a los materiales, “el diseño fue propuesto a base de geobag, que son elementos formados de geotextil, rellenos de arena, sus características estarán en función de las condiciones morfológicas del lugar y de los efectos metaoceánicos”.

Con la construcción de las dos estructuras, “se observa una disminución en los valores de altura de ola” y al impacto con la costa se extraerá menos arena hacia el mar. “Resulta un cambio en la dirección de las corrientes generadas por oleaje, lo cual garantiza que el transporte de sedimento será disminuido […]. El cambio es una condición favorable para reducir los efectos de pérdida de playa”, añade.



Sin embargo, en Barra de Navidad, las corrientes generadas por marea “condicionan parcialmente el transporte de sedimentos, particularmente de y hacia el sistema lagunar. […] La zona donde se proponen las estructuras de emergencia y que es la zona de mayor erosión no es afectada por este fenómeno, como resultado de la dirección del flujo afectado por la escollera a la salida de la laguna”; es decir, si no existiera la escollera-espigón implantada para favorecer la marina de Isla de Navidad, esos sedimentos llegarían a la playa, como sucedió por miles de años.

Para solucionarse la ausencia del aporte de sedimento, “es necesario analizar la remoción de por lo menos la parte sumergida” de la escollera-espigón.

En conclusión, la obra propuesta “en ubicación, geometría y tipo de material, fue analizada en las condiciones reinantes y dominantes más desfavorables para oleaje, corrientes generadas por oleaje, evaluando su comportamiento y verificando que contribuye a la disminución de las condiciones de erosión, resultando ser una buena opción para las condiciones de emergencia […] pero la obra propuesta, por ningún motivo debe considerarse como solución definitiva”, insisten los expertos.

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