jueves, 16 de febrero de 2017

Zapotlanejo, la conquista sobre una frontera cinco veces secular



Las estructuras políticas y económicas de la ciudad buscan abrir la vieja colindancia norte y este de Guadalajara, en lo que antes fue el primer municipio de Los Altos

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO 

El meteórico ascenso de Zapotlanejo, que pasó en una década de ser un modesto municipio de 55,827 habitantes (conteo 2005 del INEGI) en la entrada a la región de Los Altos, a constituir la última pieza del complejo mapa del área metropolitana de Guadalajara, demuestra con meridiana claridad cómo las fuerzas del mercado se imponen a los tibios esfuerzos de los planeadores y a ambiciosas pero al menos hasta hoy fallidas tentativas institucionales, como el Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet).

La meseta occidental del municipio, históricamente la más marginada, concentra la mayor parte de las 8,766 hectáreas de reserva urbana autorizada por el ayuntamiento local. Sin servicios básicos, dotada de caminos de tierra y algunas rutas pavimentadas secundarias, está en un territorio accidentado poblado de pastizales ralos y vegetación secundaria por la crónica escasez de agua, pero con una vista espectacular a la barranca del río Santiago, cuyos casi 500 metros de profundidad siempre mantuvieron a raya la urbanización.



Pero los tiempos cambian: apenas en diciembre pasado, la inmobiliaria universitaria Uniterra, de la Universidad de Guadalajara, presentó en fase de plan maestro su nuevo centro universitario ubicado en la zona, que coloniza el borde de la barranca, en un proyecto que recuerda al Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), enclavado más al norte por el mismo cañón, pero del otro lado del río. Construir este ambicioso proyecto de 497,194 metros cuadrados (casi 50 hectáreas) hoy en medio de nada, no puede ser leído de modo inocente.

La casa de estudios contó con la diligente actuación del ayuntamiento local, que desde 2009, en la primera gestión de Héctor Álvarez Contreras (PAN, hoy PMC) ha promovido, todavía de forma infructuosa, un megaproyecto habitacional de hasta 250 mil viviendas que se conocía como Valle de Santiago, de la poderosa constructora Urbi, que contaba además con los buenos oficios del hoy senador jalisciense, Arturo Zamora Jiménez (PRI). De este modo, se le donaron cuatro predios denominados Potrero de la Arteja (sic). Dos importantes tendidos de infraestructura pasan por allí: el acueducto Presa Calderón-Guadalajara y una red de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que permite prever el acceso a esos recursos esenciales.

El proyecto cuenta con 25 componentes, y "será un centro educativo temático de tecnologías sustentables, donde el aprovechamiento de la energía solar base fundamental del abastecimiento de energía eléctrica trato amable que logrará armonía con el medio ambiente y la naturaleza [sic], con un alcance regional resolverá las necesidades de educación de la región de Zapotlanejo", destaca la presentación de Uniterra. 83 mil m2, más de la sexta parte del predio, es para alojar 24,360 paneles solares.



Si está en medio de nada, ¿quiénes acudirán a las clases? Como en otros casos, este centro universitario detonará la urbanización contigua. Lo hizo el propio CUAAD al norte de la ciudad; lo generó el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias en el valle de Tesistán y frente al bosque La Primavera, y lo hace de forma incipiente el último centro construido: CUTonalá, enclavado contiguo a una infraestructura nueva que ayuda fuertemente a llevar desarrollos habitacionales más allá de la periferia urbana: el llamado "nuevo periférico", construido, bajo presiones de desarrolladores inmobiliarios, por el gobierno de Emilio González Márquez.

¿Cuál es el incentivo, además de tener un plantel de educación superior al lado? La tierra barata. "Necesitamos precios competitivos para construir para la gente que menos tiene, que es la gran mayoría de la vivienda que se hace; y necesitamos tierra en la periferia para este mercado que es enorme porque es gente que no podemos excluir, tiene todo el derecho [...] el reto no es decir que ya no queremos casas, las casas vienen a cumplir con una demanda existente de los jaliscienses; lo que debemos de buscar es llevar infraestructura", dice el presidente del capítulo Jalisco de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Guillermo Salcedo González.

Y no obstante que señala casos como Carretera a Colotlán, El Salto, Tlajomulco o Ixtlahuacán de los Membrillos, donde ya hay urbanizaciones, la zona de Zapotlanejo permanece intocada en su mayor parte. "La infraestructura no es nada más calles y agua y electricidad, es fuentes de trabajo, escuelas y comercios; pero hasta ahorita yo no conozco ningún lado del mundo donde llegue un centro comercial o un hospital o una fuente de servicios y se instale donde no hay nadie; se instalan donde hay gente para que puedan mantenerse, entonces es lógico que primero llegue la vivienda, y luego lleguen los servicios, lo que es importante es que lleguen los servicios". Es un nuevo paradigma roto.

El especialista del Centro de Investigaciones Urbanas, Héctor Castañón, señala: "con Zapotlanejo desde su incorporación al área metropolitana, hemos visto con muchas dudas acerca del sustento técnico de la medida; yo creo que es más bien un cálculo político del balance de fuerzas en la ciudad, porque la incorporación de Tala [municipio del poniente, que colinda con Zapopan] tendría más sentido; yo veo una intención clara de los gobernantes de MC [Partido Movimiento Ciudadano] de meterlo, porque la inclusión de Zapotlanejo a nivel técnico tiene pocos elementos de soporte; el tema es que ya están dispuestos los ejes en los cuales podría ocurrir la expansión urbana, con el tema del libramiento [...] , la mancha urbana discontinua ya llega hasta allá; es doblemente preocupante porque la capacidad institucional de un municipio como Zapotlanejo es muy débil, si incluso un municipio presuntamente fuerte como Zapopan no puede encontrar los mecanismos de control de la expansión".

Héctor Castañón sostiene que no existen en la actualidad los mecanismos para frenar la expansión. Coincide el catedrático del CUAAD, Jorge Fernández Acosta: "la ciudad está bajo el control de las fuerzas económicas, ahorita estamos haciendo las cosas al revés: primero desarrollamos, hacemos vivienda, y luego vemos cómo resolvemos el problema; aquí hay que habilitar la infraestructura, poner servicios planificados, coordinar el tipo de vivienda o de urbanización deseable, poner límites, y luego entonces ya podría ser; en este momento las políticas deberían ser para frenar de tajo la expansión urbana en Zapotlanejo, y voltear a otros lugares; pero ni Consejo de Coordinación Metropolitana, ni el Imeplan (Instituto Metropolitano de Planeación) ni un instrumento como el POTmet pueden hacerlo".

"Brincar" la ciudad al otro lado del río Santiago para extenderla es un viejo debate. Era un sueño de los especuladores de los años 50 y 60, aseguraba el famoso urbanista Jorge Camberos Garibi, uno de los padres de la legislación urbana de Jalisco, que detonó en los años 90 del siglo XX.
El tema trae a colación la historia antigua de Guadalajara, una urbe que cumplió hace dos días 475 años de su fundación definitiva. Previo al arribo de Atemajac, los vecinos españoles se instalaron en la árida meseta de Tlacotán, en el hoy municipio de Ixtlahuacán del Río, un ecosistema muy similar al de Zapotlanejo, del que lo divide otro gran río: el Verde, que recorre todo Los Altos de Jalisco.

Dicen los cronistas que la aridez del terreno era poco propicia para obtener alimentos, que el agua escaseaba y abundaban los indígenas hostiles, lo que obligó abandonar la zona en 1541. Hoy, que la indómita raza caxcana ha desaparecido, los desarrolladores parece que cuentan con la tecnología, los recursos económicos y los compromisos políticos para realizar la ansiada colonización, allende la frontera invicta que impuso natura por casi cinco siglos.



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Claves

El POTmet y el futuro de Zapotlanejo

La inclusión del municipio de Zapotlanejo al AMG, "contribuye al aumento de superficie no urbanizada, ya que de 72,233 ha de este municipio, solo 1.6% está urbanizado (1,170 ha)"

Tendencia futura sin intervención: "una tendencia de crecimiento expansivo principalmente en los municipios de Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga y Zapotlanejo. [...] en términos porcentuales, los municipios que experimentarían un crecimiento urbano más marcado, serían Juanacatlán (con 475%) y Zapotlanejo (con 370%)"

Reservas urbanas del AMG. "El uso de las reservas urbanas es principalmente habitacional, con 65% (28,974 ha). Destaca Zapotlanejo, al ser el municipio con mayor reserva con uso habitacional, al tener 8,753 ha. Le sigue Tlajomulco con 6,506 ha y Zapopan con 5,697 ha"

Centralidades emergentes, impuestas fuera de metodología, por los ayuntamientos de Zapopan y Zapotlanejo. En el primer municipio, Colotlán y La Azucena; en el segundo, delegaciones de Matatlán y La Purísima (la zona a urbanizar pegada a la barranca)

Comunicaciones: corredor metropolitano Zapotlanejo – Tonalá. "El corredor comunicará a la cabecera municipal de Zapotlanejo con el perifériconuevo a la altura del fraccionamiento Urbi, esto proporcionará mayor conectividad al municipio de Zapotlanejo con Guadalajara"

Corredor Central Nueva – Zapotlanejo Centro. "Este corredor busca la integración del oriente de la metrópoli por medio de un sistema de transporte masivo, conectando desde la Central Nueva de Tlaquepaque, por medio de la carretera libre, hasta la cabecera municip

Línea Alimentadora Metropolitana AM – 11 Zapotlanejo "comunicará a la cabecera municipal de Zapotlanejo con la extensión de la línea 2 del Tren Ligero en Tonalá aunado a la red de transporte masivo y alimentadoras, los habitantes de Zapotlanejo contarán con opciones para los desplazamientos en la metrópoli"

Fuente: POTmet




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