domingo, 10 de marzo de 2013

El zoológico, “el final de una época” de grandes proyectos



Eugenio Ruiz Orozco, ex presidente municipal de Guadalajara (1986-1988) y constructor del inmueble -quien fue senador y perdió las elecciones estatales de 1995 con Acción Nacional-, lamenta que ese partido gobernó de espaldas a la colaboración privada, que diera frutos permanentes por cuatro décadas a la ciudad. Esta es la versión amplia de la entrevista aparecida en el impreso

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

La creación del Zoológico Guadalajara marca el final de una de las épocas más notables de la historia de la ciudad: la de la colaboración entre gobierno e iniciativa privada. El blindaje que permitió esa simbiosis ha hecho posible que a los 25 años, se tenga una de las mejores colecciones de especies vivas de América Latina, advierte el ex presidente municipal tapatío, Eugenio Ruiz Orozco.

La megaobra costó alrededor de 12,500 millones de pesos -10,500 millones de aportación municipal- y fue inaugurada el 10 de marzo de 1988 por el presidente mexicano, Miguel de la Madrid Hurtado, y el gobernador del estado, Enrique Álvarez del Castillo, bajo la tutela de un patronato presidido por la empresaria Sandra López Benavides.

Ruiz Orozco fue el alcalde que detonó el proceso, que cuenta con una larga prehistoria “aspiracional” y formal. Al analizar las causas y las coincidencias que favorecieron que cristalizara un proyecto de esa envergadura, no puede evitar señalar lo que a su juicio es la gran pérdida de la ciudad durante las cinco alcaldías panistas posteriores: se fue esa concordia con los empresarios y otros sectores a nombre de la desconfianza. Los costos han sido altos, dice en conversación con MILENIO JALISCO.

- ¿Cómo es que este proyecto se fue gestando?
- En realidad ya había dos antecedentes; uno en términos aspiracionales: la ciudad tuvo por los años veinte del siglo XX un zoológico en el época de José Guadalupe Zuno, que desaparece después por razones de estructura económica, es decir, no había los recursos suficientes, y se agravó con las distintas posiciones de carácter político […] la aspiración ahí quedó, pero ya en los años ochenta, llega don Enrique Álvarez del Castillo al gobierno, llega Guillermo Vallarta Plata y hay ya una serie de acciones orientadas a la construcción de un zoológico, pues se tenían ya una serie de antecedentes muy importantes; el maestro Arnulfo Villaseñor Saavedra [alcalde 1980-1982] había adquirido al norte de la ciudad el predio adecuado, y don Enrique sentía una buena inclinación a la obra; a Eduardo Fanti, que era biólogo, le gustaba llevarle al gobernador serpientes y otros especímenes, de tal suerte que la primera edificación fue el herpetario -decía don Enrique que ahí había mejores especímenes que algunos que dedicaban a la vida pública-; hubo entonces condiciones previas que facilitaron el proyecto, que además ya se había concebido a nivel ejecutivo en la administración de Vallarta Plata.

- Eran años difíciles para la ciudad y el país.
- Así es, había en contra una crisis brutal con 150 por ciento de inflación, fueron tiempos de desastres como el terremoto de 1985, y hubo que hacer economías y cambiar de arquitecto para modificar el proyecto […] afortunadamente se dieron las condiciones, había un buen grupo en el ayuntamiento, estaba Javier Arroyo, un empresario con una gran visión del futuro, gente con mucho talento como Javier Rojas, Enrique Tapia, y pudimos hacerlo en un tiempo muy breve, lo logramos en ocho meses en la obra civil; y luego está cómo lo ibas a poblar, hubo que hacer como 50 mil cosas, casi en el límite de la ley, porque el manejo de la flora y de la fauna tiene restricciones muy fuertes; mientras unos construían otros se encargaban de ir adquiriendo las especies para poblarlo, y había un tercer equipo que trabajaba en garantizar que el zoológico sobreviviera, creando las estructuras jurídicas, definiendo de qué ingresos iba a depender […] es cuando se toman decisiones muy importantes, porque se resuelve que nosotros lo entregáramos a un patronato, a un grupo de personas del sector privado, y hubo una discusión interna, porque los puristas decían: cómo vamos a hacer un zoológico para entregárselo al sector privado; afortunadamente se tomó la decisión, y la consecuencia es que el zoológico allí sigue, ha prevalecido y se ha enriquecido, y hoy en día, sin falsas modestias, es un ejercicio de colaboración entre sector público y sector privado, una maravilla y lo digo con el orgullo de alguien que participó en esto. La clave, además, fue la presencia de don Enrique, él respaldó y sacó adelante con ese esquema muchas cosas importantes, como la Expo, o como la protección a la sierra de Manantlán.


- La obra civil, menciona que costó como 12,500 millones de esos viejos pesos, ¿Y el costo de los animales?
- No, eso fue aparte; el poblamiento de los animales debió andar como en los 600 millones de pesos, porque muchos tuvieron que adquirirse en los mercados extranjeros, a precio de dólares, y luego había que trasladarlos; o como la jirafa macho, Josemine, que nos obsequió la ciudad hermana de Kioto, entonces hubo de todo.

- La base, es de suponerse, fue el pequeño zoológico del Agua Azul...
- Sí, el origen ahí está, porque cuando hace Vallarta Plata la remodelación del Agua Azul tiene que trasladar a los animales, pero a dónde, pues al predio que había comprado don Arnulfo, al norte, en condiciones muy precarias, incluso mucho colegas tuyos de esa época ponían a diario noticias: pobres animales, los tienen abandonados, eso es muy cruel [...] estaba la disposición del gobernador, el proyecto, el terreno, y finalmente dice, esto es la obra de una sola administración, o es la suma de circunstancias y recursos que se van sumando estratégicamente para dar resultado; a nosotros nos tocó hacerlo porque estaban ya lo ingredientes sobre la mesa, si nos hubiera tocado comprar el terreno no lo hubiéramos podido hacer, y si no hubiera estado don Enrique en el gobierno, que tenía proclividad por el tema, pues tampoco; recordarás que Flavio Romero de Velasco [gobernador 1977-1983] intentó hacerlo en Los Colomos y fue fallido; pero las condiciones se dieron, encontramos a gente muy valiosa y tuvimos el arrojo para enfrentar una iniciativa de esa naturaleza, pues no nos asustó la crisis económica.

- Y al siguiente gobierno, el de Gabriel Covarrubias Ibarra, se da el escándalo de los gorilas...
- Sí, le tocó a don Gabriel, pero afortunadamente don Enrique ya era procurador General de la República, y cuando truena todo esto lo termina resolviendo la PGR, en manos del principal actor, con mucho, para que se lograra el zoológico [...] eso condujo a cosas que no sabíamos; nos dicen, no tienen la autorización para operar como zoológico, pedimos la de Chapultepec, y resulta que ningún zoológico la tenía, y el primer permiso nos los dieron a nosotros y de ahí empezó a regularizarse el tema; hubo mucho apoyo de Patricio Chirinos, que era secretario de Sedesol y luego fue gobernador de Veracruz. Yo lo consigno en los libros cuando se viene en serio el conflicto que era internacional, porque eran traficantes de animales, de gorilas [los que vendieron los ejemplares]; México todavía no había firmado el CITES [Convenio Internacional contra el Tráfico de Especies Silvestres], si no, cállate...

- ¿Hubo ingenuidad en cuanto al mercado de especies, no sabían si trataban con gente decente?
- Sí, es que está en una zona gris, pero hay también intereses, en el caso concreto de los gorilas, se dio el interés en Estados Unidos de dos criaderos, uno de ellos de Los Ángeles, y resulta que este par era de sangre nueva y ellos lo querían.

Lo cierto es que ahora, que el macho ha fallecido, existen hembras pero no hay modo de reproducirlas. Lo mismo sucede con la hembra de oso polar. Por ser especies en peligtro de extinción, as regulaciones son al máximo y podría perderse la presencia de ambas especies en el inmueble tapatío.

- El zoológico fue entonces uno de los últimos frutos de la colaboración entre la IP y el gobierno…
- Sí, bajo el concepto se pavimentó y se introdujeron servicios de agua potable y alcantarillado a una gran superficie de la ciudad, y eso es más difícil ahora, aunque los ayuntamientos son mucho más ricos […] nosotros no nos íbamos a créditos, todo lo hacíamos con gasto directo, pero eran menos trabajadores y menos caros; si te fijas, don Arnulfo hizo el Archivo de Instrumentos Públicos, el planetario, la avenida Lázaro Cárdenas; remodeló los parques Agua Azul y Ávila Camacho; pavimentó calles del centro de la ciudad; es duda el mejor presidente que ha tenido Guadalajara, y lo digo con orgullo porque fue mi maestro; también fue el presidente municipal que más enriqueció en términos inmobiliarios a la ciudad, y sin eso no hubiéramos podido hacer el zoológico […] hablamos de una forma de entender la política y de una serie de recursos para la administración que representa como nadie don Arnulfo.

La gestación obligó a llevar el proyecto con discreción ante las oposiciones que podía desatar. Era natural que se criticara si se tenían lugares sin agua y sin luz, pero “también nosotros hicimos una amplia encuesta y pudimos demostrar que en una muestra de cinco mil personas, la gran mayoría quería el zoológico”, pues la idea es que los pequeños proyectos son tan necesarios como los grandes, afirma el también ex senador de la república.

- ¿Por qué se perdió esa relación gobierno-IP?
- Es paradójico, ocurre cuando llegan los gobiernos de Acción Nacional, que por cuestiones ideológicas sostiene la libre empresa como administradores, pero no fue así , y desaparece el Consejo de Colaboración Municipal; creo que hay una serie de malos entendidos en el camino, y prejuicios, llegan con la idea de que todo está mal, y excluyen, en lugar de sentarse, y ver qué está bien y que está mal […] voy a decir algo que me va a crear conflicto en un futuro, pero a la ciudad hay que amarla, nosotros, los que vivimos aquí, porque nacimos aquí o quienes deciden quedarse aquí, deben tener un sentimiento de amor, de identidad, de compromiso con la ciudad; cómo puedes amar a una ciudad si no la conoces, si no conoces su historia, si no conoces que fue una ciudad errante hasta que se consolidó aquí […] no somos fruto de una generación espontánea, somos herederos.

- ¿Tiene que ver con el hecho de que el PAN sólo dio un presidente municipal nativo de Guadalajara, Alfonso Petersen?
- Eso cuenta, porque es el sentido de pertenencia, que no puedes desarrollar más que a partir de vivirlo, y una ciudad es vida, una ciudad es una emoción…

- Y duele cuando ve lo que le pasa, cómo se destruye su patrimonio y su calidad de vida.
- Claro, eso te lastima, y todo lo que entonces se pudo hacer fue porque las condiciones estaban, las emocionales, las históricas, las económicas, las técnicas, y esa suma es la que permite el resultado; es muy complicado, porque esa suma la dan las ideas, la dan las personas, la dan los espacios físicos, la da el amor por tu cuna; aunque suene un poco como predicador, todo esto tiene que ver con hacer la ciudad y el zoológico es una expresión de eso.

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